Un año más, y promovido por la Organización Mundial de la Salud, el día 31 de Mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco.
El objetivo primordial de esta celebración es contribuir a proteger a las generaciones presentes y futuras no solo de las devastadoras consecuencias del tabaco para la salud, sino también de los flagelos sociales, ambientales y económicos que se derivan del consumo de tabaco y de la exposición al humo que desprende.
Todos los años la Organización Mundial de la Salud, selecciona un lema u objetivos específicos para difundir este día.
El objetivo específico de este año es el de promover que los Gobiernos aumenten los impuestos sobre el tabaco hasta niveles que reduzcan su consumo ya que los resultados de diferentes estudios han puesto de manifiesto que el aumento de los impuestos es especialmente eficaz para impedir que los jóvenes empiecen a fumar
Esta medida que puede tener mala “prensa” entre el público habría que enmarcarla dentro de un doble contexto. Por un lado, no podemos olvidar que la epidemia mundial del tabaquismo mata cada año a casi 6 millones de personas, de las cuales más de 600 000 son no fumadores que mueren por respirar humo ajeno. Si no actuamos, la epidemia matará a más de 8 millones de personas al año de aquí a 2030.
Por otro lado, en el Informe sobre la salud en el mundo 2010 se indicaba que un aumento del 50% en los impuestos al consumo del tabaco generaría algo más de US$ 1400 millones de fondos adicionales en 22 países de ingresos bajos. Si dichos fondos se destinasen a la salud, el gasto sanitario estatal de esos países podría aumentar hasta en un 50%.
En realidad los factores que influyen en la evolución de la epidemia son muchos y muy complejos siendo muy difícil achacar la diferencia a un solo elemento. No obstante, es interesante observar que conforme a los últimos datos del Comisionado para el mercado de tabaco, en el año 2013 se vendieron un 11% menos de cigarrillos que en el 2012 manteniéndose una línea descendente de modo que en relación al año 2010 en que se modifico la Ley 28/2005 la disminución es de un 35% y si lo comparamos con el 2005, año qn que se aprobó dicha Ley, la disminución es de un 52%.
Estos datos se confirman si se considera el número de fumadores. A nivel nacional, la Encuesta Nacional de Salud indica para el 2012 indica una tasa de 27,87% en hombre y del 20,22% en mujeres confirmándose, igualmente, la tendencia descendente de los últimos años.
Esta tendencia se repite en la Comunidad de Madrid, donde en el año 2013, el 27,4% de población adulta era fumadora manteniéndose la tendencia descendente observada desde 1995 periodo en el que la prevalencia total de fumadores ha disminuido en un 35,4%.
Respecto a los jóvenes, también parece que en los últimos años está disminuyendo el número de los que empiezan a fumar. En el año 2012 el 22,1% de los adolescentes madrileños entre 15 y 16 años fumaban de manera habitual o de forma ocasional. La proporción de jóvenes que fuma diariamente es del 9,8% en las mujeres y 6,5% en los hombres. También aquí la tendencia desde el periodo 1996/1997.es descendente habiendo disminuido en los dos últimos años 2012/2013 respecto al periodo citado en un 67,5% en los chicos y un 65,3% en las chicas.
Desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, y para celebrar este día mundial contra el tabaco, se realizaran múltiples intervenciones dirigidas a la prevención y control de tabaquismo, tales como charlas, concursos o mesas informativas en hospitales, centros de salud, espacios de ocio o centros docentes, además de intervenciones como esta, en medios de comunicación.
Pero el tabaco no es un problema de un solo día al año por lo que este problema está presente durante todo el año en las actividades de la Consejería fundamentalmente en tres ámbitos diferentes:
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El primero se dirige a la protección de las personas no fumadoras, es decir, se toman medidas para delimitar “espacios libres del humo de tabaco”.
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El segundo frente consiste, en la oferta de ayuda para la deshabituación tabaquica a los fumadores que quieran dejarlo pero no limitándose a atender la posible demanda en este sentido sino realizando diferentes actividades para la sensibilización y la captación activa de las personas en esta situación.
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Y el tercer frente, y desde el punto de vista de la Salud Pública, el más importante de cara al futuro, está relacionado con la prevención del inicio del consumo de tabaco en adolescentes, es decir, evitar que los jóvenes empiecen a fumar.
Recordar que siempre hay una buena razón para dejar de fumar, solo tenemos que encontrar la nuestra